Consejos diarios
El papel de las alergias en la dermatitis atópica
La dermatitis atópica es un trastorno inflamatorio de la piel no contagioso que se caracteriza por una picazón intensa, sequedad excesiva de la piel y erupciones eccematosas.
Consejos diarios
La dermatitis atópica es un trastorno inflamatorio de la piel no contagioso que se caracteriza por una picazón intensa, sequedad excesiva de la piel y erupciones eccematosas.
En el 80% de los pacientes, la dermatitis atópica comienza antes de los 5 años, pero el 60% de ellos, especialmente en los que presentan síntomas leves, los síntomas mejoran o desaparecen después de la pubertad. En aquellos con síntomas moderados o graves, el trastorno tiende a continuar después de la pubertad e incluso persiste en la vida adulta, afectando así la calidad de vida.
La dermatitis atópica tiene un diagnóstico principalmente clínico. El síntoma principal es una picazón intensa, que conduce a un círculo vicioso en el que se rasca por la sequedad, creando erupciones y más comezón. De hecho, se considera a la dermatitis atópica como un picor que acaba erupcionando, y no a la inversa.
Existen diferentes causas que provocan la aparición de la dermatitis atópica. La predisposición genética, los factores ambientales o ciertos cambios inmunológicos, están estrechamente relacionados con la aparición de la dermatitis atópica. Aunque todas están relacionadas, la que juega un papel crucial en el desarrollo del trastorno es la alteración de la función de la barrera cutánea.
La barrera cutánea se encarga de controlar la permeabilidad de la piel contra agentes externos. Cuando la capacidad protectora de la barrera se reduce debido a una falta de lípidos, provoca una pérdida de agua y permite la penetración de agentes externos en la piel. Esto genera una sensibilización e inflamación de la piel que empeora los síntomas de la dermatitis atópica.
Se cree que el desarrollo de una alergia alimentaria también puede contribuir al empeoramiento de la dermatitis atópica. La inmunoglobulina E (IgE) es un anticuerpo que el organismo sintetiza al entrar en contacto con un elemento amenazante externo. Cuando la función protectora de la piel no cumple con su función, los alérgenos de los alimentos pueden llegar a introducirse en la piel, provocando una síntesis de inmunoglobulina E y un brote de dermatitis atópica.
Se estima que el 40% de los niños con un desarrollo moderado del trastorno sufren alergias alimentarias provocadas por la dermatitis atópica. Además, un porcentaje mayor de niños con dermatitis atópica tienen niveles elevados de IgE, incluso cuando aún no existe ningún tipo de alergia. Es por esta razón, que el rol de las alergias en el empeoramiento y severidad de la dermatitis atópica suele ser sujeto de debate.
Los efectos de las alergias alimentarias suelen observarse como urticaria aguda, angioedema y reacciones al contacto con el alimento. Si la dermatitis atópica empeora a causa de la exposición a un alimento, es posible que sea una reacción retardada, desarrollándose entre 2 y 6 horas después de la exposición.
La leche, la clara de huevo, la harina de trigo, la soja, el pescado y los cacahuetes son algunos de los alimentos que con más frecuencia intervienen en el empeoramiento de los síntomas de la dermatitis atópica.
El diagnóstico se basa en una exploración clínica detallada, que incluye información sobre la dieta del bebé o de la madre, si el bebé está siendo amamantado, pruebas cutáneas de punción o parche y pruebas serológicas para identificar la sensibilización de la inmunoglobulina E.
El tratamiento de la dermatitis atópica se centra en evitar los factores desencadenantes de las lesiones, controlar el prurito o picazón, reducir y eliminar la inflamación y restaurar las funciones de la barrera cutánea.
Las alergias alimentarias empeoran la dermatitis atópica en los niños. Tener en cuenta las reacciones, la dieta, las pruebas cutáneas y los niveles de IgE ayudan a identificar los alimentos que posiblemente estén implicados en la persistencia y el empeoramiento del trastorno. Los tests orales son uno de los mejores procedimientos para establecer un diagnóstico acertado con el que implementar una dieta personalizada.
Aunque las causas del desarrollo y empeoramiento de la dermatitis atópica son complejos, las investigaciones recientes indican que la alteración de la barrera cutánea puede ser una de las principales razones.
Estas nuevas evidencias refuerzan el papel principal de las funciones de la barrera cutánea en la aparición y el desarrollo de la dermatitis atópica y subrayan la necesidad de terapias específicas para mantener su cuidado y una correcta hidratación cutánea.