Kickboxer profesional y ayudante de RRHH

Kickboxing o el poder de la amabilidad

Esta dinámica londinense de 21 años, cuyos orígenes son una mezcla de Barbados y Jamaica, pega fuerte... ¡literalmente! Cuando no está trabajando como ayudante de recursos humanos, Amani está dándolo todo en el cuadrilátero. El respeto se ha convertido en su lema personal y ha logrado conciliar sus dos trabajos. ¡Con una sonrisa, entra en acción!

Su historia empieza cuando su madre la matriculó (y también a su hermana) en una escuela de karate cuando tenía solo 8 años para que aprendiera a defenderse. Nos dijo que practicó ese deporte durante dos años, pero perdió el interés. Entonces, a los 15 años descubrió el kickboxing, un deporte que eligió ella misma, y se enamoró de él. Para ella pronto se convirtió en una herramienta de emancipación que inyectaba energía a su cuerpo y liberaba estrés. Nos explicó que, cuando se pone los guantes de boxeo, lo único que importa es el respeto a su oponente y la disciplina. Cuando Amani salta al cuadrilátero, a menudo la llevan al límite, pero ella siempre mantiene el control.

¡Además, a veces tiene que combatir con hombres! Sin embargo, aunque sus puñetazos suelan ser más potentes, no son ni mucho menos los adversarios más feroces, tal y como nos confesó bromeando: “¡Cuanto más corpulentos son, más fácil es esquivarlos!”.

Amani también nos contó hoy en día no es fácil ser una mujer musulmana. Detesta la imagen aterradora que actualmente se proyecta de su comunidad religiosa. Según ella, ese es otro motivo para aprender defensa personal. Cuando pelea en el ring, la valoran y respetan por sus habilidades.

Su sueño es ser profesora de kickboxing. Quiere que este arte marcial resulte más atractivo para las mujeres. Poco a poco, la percepción que tiene la gente de las mujeres en el terreno de juego está cambiando. Ojalá todas las mujeres del mundo fueran capaces de defenderse, ya fuera física o socialmente. Pero no solo eso. También debería permitirse tener los mismos sueños y alcanzar las mismas metas que sus homólogos masculinos sin ser criticadas ni reprimidas.

Embajadora Sensibio Amani Kickboxer

Como cualquier deportista que merezca ese apelativo, Amani no le teme al sudor. Sin embargo, es consciente de que la transpiración no es ni mucho menos inocua para la piel, y eso le resulta molesto. De hecho, a consecuencia de la sudoración al practicar deporte, se le abren los poros de la piel y, por tanto, es más probable que acumule suciedad de los guantes. Limpiarse la piel después de una sesión es la mejor manera de protegerla a la vez que aporta una agradable sensación de frescor.

Con un pH de 5,5 similar al de la piel, Sensibio Agua Micelar respeta la barrera cutánea natural. La estructura biomimética de sus micelas limpiadoras elimina fácilmente el sudor y las partículas de polvo para conseguir una piel aliviada y purificada.

Amani Sensibio desmaquillante