¿Cómo funciona la radiación solar?
El sol emite rayos de distintas longitudes de onda: desde los rayos cósmicos y gamma hasta los rayos ultravioleta (UVC, UVB y UVA), la luz visible y la radiación infrarroja (IR).
La atmósfera filtra la parte más peligrosa, pero alrededor de dos tercios de la radiación solar llegan a la superficie terrestre. Los rayos UVB, UVA, visibles e infrarrojos actúan sobre el cuerpo. Los infrarrojos generan calor, mientras que los UVB y UVA, invisibles y fríos, producen un impacto biológico profundo sobre la piel.
¿Por qué es necesaria la protección solar?
La radiación solar tiene efectos destructivos en la piel que van desde el eritema solar (quemaduras solares) hasta el envejecimiento acelerado de la piel y el cáncer de piel. La exposición al sol es la principal causa de cáncer de piel, que es la consecuencia más grave de la radiación. Pero también debes tener en cuenta que existen otros riesgos, como el golpe de calor, la insolación, la fotosensibilidad, la oftalmia y la alergia al sol.
- La epidermis bloquea el 85% de los rayos UVB; solo el 15% llega a la dermis.
La cantidad de rayos UVB depende de la estación, la latitud, la hora del día y la altitud. Estos son los rayos que causan bronceado y quemaduras solares, que es la alarma natural de la piel que indica que está recibiendo demasiados rayos UVB. Los rayos UVB tienen un efecto cancerígeno a largo plazo. .
- Los rayos UVA penetran profundamente en la piel; casi el 50% de ellos llegan a la dermis.
El sol emite estos rayos durante todo el año y atraviesan las nubes y las ventanas. Son responsables del envejecimiento de la piel (fotoenvejecimiento) y provocan la formación de radicales libres. Estas moléculas atacan las estructuras celulares y el ADN. Tienen un efecto cancerígeno, pero en menor grado que los rayos UVB.
La radiación UV depende del entorno
Las diferentes áreas difunden cantidades variables:
- La nieve refleja el 80% de los rayos UV, la arena el 15% y el agua el 25%.
- Incluso a 40 cm bajo el agua, la exposición a la radiación UV sigue siendo aproximadamente el 40% de lo que sería en la superficie.
Los rayos UVA y UVB causan cáncer de piel porque debilitan las defensas inmunitarias de la piel, desencadenando un estrés oxidativo significativo y creando lesiones en el ADN que pueden provocar la aparición de células cancerosas.