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Usa protector solar. Mantén los poros limpios. Deja que la piel respire. Cubre tus imperfecciones y cicatrices. Protégela del sol.
Todos estos pasos forman parte de una rutina habitual de cuidado de la piel para piel grasa, y también para piel mixta, donde la zona "T" —frente, nariz y mentón— tiende a ser más grasa.
Sin embargo, ¿cómo es posible seguirlos todos a la vez?
El sebo es una sustancia secretada de manera natural por el cuerpo humano, compuesta principalmente por lípidos provenientes de las glándulas sebáceas. Aunque a menudo se le combate por causar imperfecciones y brillos no deseados, el sebo es fundamental para el equilibrio de la piel. Forma parte de la película hidrolipídica, que mantiene la piel hidratada, la protege, preserva su microbiota y limita el desarrollo de agentes patógenos. Por ello, el sebo debe ser cuidado y protegido, incluso cuando sea necesario controlar sus excesos.
Las glándulas sebáceas producen sebo, que es responsable del aceite en la superficie de la piel. Aunque el número de glándulas sebáceas que tenemos se mantiene constante a lo largo de la vida, las tasas de secreción de sebo son más altas entre los 15 y los 35 años. Disminuyen continuamente después de eso¹. Existe la tentación de lavarse el rostro constantemente para eliminar el brillo y la grasa, pero el sebo se repone inmediatamente cuando se elimina.
¹Jacobsen E, Billings JK, Frantz RA, Kinney CK, Stewart ME, Downing DT: Cambios relacionados con la edad en las tasas de secreción de ésteres de cera sebácea en hombres y mujeres. J Invest Dermatol 1985; 85: 483–485.
Tener la piel mixta a grasa no significa automáticamente que también tengas imperfecciones. La piel es un ecosistema frágil cuyo equilibrio puede verse alterado por diferentes factores ambientales. Las glándulas sebáceas pueden verse influenciadas por factores internos como el estrés y las hormonas, y factores externos como la contaminación y los rayos UV. Un desequilibrio en las glándulas sebáceas puede hacer que secreten demasiado sebo que también es de mala calidad, lo que se conoce como disseborrea. Las bacterias colonizan los poros y prosperan, y las espinillas se multiplican.
El acné adulto se presenta principalmente en mujeres y es cada vez más frecuente, afectando hasta al 25 % de ellas. Puede ser una continuación del acné adolescente o aparecer alrededor de los 25 años. Suele concentrarse en la parte inferior del rostro. Los nódulos bajo la superficie de la piel evolucionan hacia un número moderado de pápulas inflamatorias y, posteriormente, pústulas, más conocidas como granos. Se cree que factores como el estrés y el uso de ciertos cosméticos pueden intensificar su aparición.
Controlar la piel grasa es una cosa. ¡También necesitas protegerlo del sol! A pesar de todos los beneficios que aporta el sol (calor, salud y felicidad, por nombrar algunos), también puede tener más efectos adversos en la piel grasa mixta.
Los cambios de temperatura hacen que el sebo sea más o menos viscoso, y el verano es la estación en la que la secreción de sebo está en su punto más alto, ¡durante todo el año si vives en un clima tropical! Un aumento de 1 ° C en la temperatura conduce a la secreción de un 10% más de sebo. 2
2Cunliffe WJ, Burton JL, Shuster S: El efecto de las variaciones de temperatura locales en la tasa de excreción de sebo. Br J Dermatol 1970; 83: 650–654.
La exposición al sol lleva la melanina a la superficie de la piel. La melanina es nuestra protección natural contra los rayos UV. Nuestro bronceado nos ayuda a protegernos de los rayos más dañinos del sol, hasta cierto punto. La exposición a los rayos UV en lesiones recientemente curadas puede causar pigmentación postinflamatoria, oscureciendo las cicatrices para que se destaquen más. Esta hiperpigmentación puede ser un problema real para las personas que tienen piel propensa al acné.
Los rayos UV también engrosan la piel. La epidermis crece para protegerse aún más del sol y puede bloquear los folículos pilosebáceos. El sebo permanece debajo de la superficie de la piel y las bacterias se multiplican. ¡El acné brota aún peor!
Las personas con piel mixta a grasa intentan reducir el brillo de forma natural aplicando cremas y polvos matificantes. Cuando también hay imperfecciones y cicatrices, puede optar por una base de alta cobertura. Las bases a base de silicona cubren toda evidencia de aceite, granos y exposición al sol... y también bloquean los poros. Tu piel se ve muy bien, pero puedes sentirte asfixiada y lista para estallar. Con todas las cremas, correctores y bases con color, debes asegurarte de que no sean comedogénicos, lo que reduce el riesgo de más imperfecciones.
Pero más que cubrirse, también debe proteger tu piel de los rayos UV, para limitar los efectos del sol en piel mixta a grasa. Un SPF alto minimiza la hiperpigmentación y mantiene la piel flexible. El sebo puede evacuarse a la superficie de la piel y no permanecer dentro del folículo pilosebáceo. Y, sin embargo, los protectores solares suelen ser irritantes de la piel, con bases pesadas, opacas y oclusivas. ¡No es ideal para piel mixta a grasa!
Para una tez mate, unificada y protegida, la guinda del pastel es encontrar un protector solar que respete las necesidades específicas de las piel mixta y grasa. Uno que proporciona una alta protección UV y permite que la piel respire. Y dependiendo de la gravedad de sus imperfecciones, uno que también iguale el tono de la piel o proporcione una cobertura completa.
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